Orión
Subiendo hasta el final de la escalera, en medio de la terraza rojiza y vacía de plantas, el cielo se abre en su eterno umbral sin fondo. Ubicando las "tres marías", se pueden divisar todas las demás: Betelgeuse, Bellatrix, Marte, Júpiter, Polux, Castor... hasta formar la constelación de Orión completa, con su cinturón y todo, peleando contra el toro junto con sus dos perritos protectores. Y así, con los ojos abiertos frente a la infinitud de estrellas, cayó como un rayo sobre mí la certeza de que estaba inevitablemente condenada. No había forma de escapar de mi destino: recordar sus ojos para siempre cada vez que mirara esa lucecitas pequeñas y lejanas, cada vez que de pronto, se apareciera la luna encima de mí, cada vez que sin querer, mirara el cielo de noche, en el campo o en la ciudad, en esta ciudad o en otra, o en otro país, o en otro continente. Para siempre lo vería, para siempre las estrellas van a tener sus ojos y su risa, para siempre voy a escuchar su voz en cad...