San Valentín

Cuando te vayas
habrá una flor menos
en un jardín que nunca fue mío

dejáme aunque sea
algún resto de vida,
de ilusiones suaves

el aroma del pan,
la ropa húmeda al sol
un par de vidrios rotos
tirados a la basura

No te pido
que me dejes las llaves,
ni mis libros, ni tu ropa.

Ya tengo conmigo
todo lo que necesito
para levantarme otra vez
y que no estés ahí

Dejáme el recuerdo
de tus ojos
Que fueron hilos de luz
en las columnas frías
en los inviernos tenebrosos
de los rincones de la casa

Dejáme un rastro, al menos
que me permita sentir
que aunque sea por un segundo
me quisiste.

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