Atardece,
los violines celestiales se chocan, se agitan,
el manto rojo se revuelve, se mezcla, se funde y se
confunde,
se torna de rojo a naranja, de rosa a violeta,
se transforma y desenvuelve en sí mismo.
Es el estruendo especial de todas las luces.
La tarde está cayendo, el sol está torcido.
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