lunes, 19 de marzo de 2018

Mientras planto una semilla



Esperando que brote la semilla

Me asemejo a cualquier otra

Que planta una semilla

Confiando en que crezca

Algún día, quizás,

O también nunca,

Pero deseo que crezca.





Verla surgir una mañana 


equivocada quizás, o tal vez recta

Acomodar su tallo, remover la tierra,

Sentir cómo se erige sobre sus raíces,

Fuertes,

Acariciar sus hojas, admirar sus frutos

Incipientes,

regarla despacio y cuidarla de pronto

Como a mí misma

Cuando estoy triste.





Y sin embargo

La semilla quizás no crezca

Como ya dije

quizás sea semilla siempre

Y nunca despliegue

la vida que implícita contiene,

como yo,

que soy vida

pero nadie se da cuenta.









Estas ansias de saber qué será de mi semilla

De esta semilla pequeña y adorada

Que me regaló mi madre mientras me decía

Que ella nunca pudo ver crecer una semilla

Que nunca tuvo tiempo

Porque no se detuvo a pensar

Qué importante debe ser para la semilla

Sentir que alguien la quiere

Y se preocupa por ella





Pero en fin.

No estoy triste,

Para nada.





En el jardín

El sol bosteza su luz cálida de vida

Un pájaro distante

Aletea en la rama,

imagino el paso lento

de una nube celeste.

El cielo brilla tanto que no veo nada,

Es todo blanco

Casi nulo,

Inexistente,

Como algún día seré yo

O mi semilla

Que aunque crezca

Y abra sus ramas y derrame sus frutos y despliegue sus hojas

Algún día será nada,

Habrá sido, eso sí,

Una semilla,

Y yo quizás con ella,

Habré sido,

También, algo,

O alguien





Junto a ella,

También seré nada más que polvo

Algún día, un día,

Qué extraño pensarme polvo

Saberme frágil, débil, diminuta, muerta,

Distinta a esta certeza inevitable de estar viva

De amar, ver, oír y sentirlo todo tanto

Estos pulmones que piensan y esta

Cabeza insoportable que

Respira y sin embargo

Pienso de nuevo en mí

En el polvo en la semilla

En este misterio extraño

Intolerable

En todo lo que aún no sé

Y acaso

no sabré nunca

En todos los pedazos que fui dejando por ahí

Que no son míos, ni son de nadie







Absolutamente nada es tan intenso

Como esta certidumbre de estar viva

Que me recorre toda,

Me retuerce,

Me deshace en sensaciones

Que transito

En silencio

En este instante breve

Mientras planto una semilla

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