tarde otra vez

y el sol se asoma detrás del vidrio
el vidrio se interpone entre el sol y yo
miserable vidrio
desangelado
que detiene mi paso, acaso para cuidarme
de no sé qué riesgo absurdo

pero el sol
aun sigue lejos
del otro lado del vidrio
como a miles de kilómetros arriba
siento su calor acariándome la piel

atrás
arriba, al costado, de pronto,
surge una melodía
ay de los trinos insalvables de la tarde

porque solamente la tarde es cierta
solamente la tarde duele
tan así

como un temblor de tierra


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